Los materiales utilizados son muy básicos como podéis comprobar.
Este es el sillón a renovar.
Tenía previsto hacer varios cojines Tilda y bordé 3 flores para elaborarlos, usé solamente dos, la tercera la tenía sin utilizar y la aproveché para esta ocasión.
Se me ocurrió hacer un cojín gigante para el respaldo del sillón, no sabía cómo saldría el invento, pero había que intentarlo.
Detalle del remate del círculo bordado. El encaje tapa la costura y embellece la labor.
Para el asiento hice un acolchado ligero, sujeté las tres capas (bajera, guata y superior) con unos imperdibles antes de hilvanarla para que no se movieran las telas.
El hilvanado de las capas quizás sea la parte más lenta y pesada de todo el enguatado, pero hay que ser meticuloso para que el acolchado a máquina no quede arrugado y con pellizcos.
Comenzamos haciendo un cuadrante con el hilván, que irá desde el centro de la labor a la orilla, intercalando una hilera horizontal y otra vertical para que las arruguitas vayan saliendo al exterior.
Es importante que el final de la hebra no se remate ni anude, hay que dejarla suelta para que no tire y vaya corriendo a su ser.
Una vez terminada la preparación pasamos al acolchado, en esta ocasión ha sido a máquina por ser más resistente, va a ser una zona de mucho roce.
Siempre intento hacer las cosas lo más sencillas posibles porque aparte de ser menos laboriosas, son más duraderas y dan mucho mejor resultado. Cosí un belcro en los extremos del rectángulo enguatado para que sirviera de cierre.
Volvemos del revés la tela, se cierra el belcro y lo cosemos dándole la forma que tenga el cojín.
Colocamos las fundas en los cojines y ¡Sorpresa!, ha quedado mejor de lo que esperaba.
A la perrilla parece que le ha gustado, le está haciendo ojitos.
Colocado en el dormitorio, a juego con con los cojines.