Funda de sillón

Tenía en casa un sillón medio olvidado, con una funda fea y ajada por el tiempo, lo tapé con una sábana para no verlo mientras me decidía a tirarlo. Era un sillón bastante cómodo y me daba pena deshacerme de él, así que decidí hacerle una funda nueva, y  si no quedaba bien...  a la basura.

Los materiales utilizados son muy básicos como podéis comprobar.

Este es el sillón a renovar.

Tenía previsto hacer varios cojines Tilda y bordé 3 flores para elaborarlos, usé solamente dos, la tercera la tenía sin utilizar y la aproveché para esta ocasión.

Se me ocurrió hacer un cojín gigante para el respaldo del sillón, no sabía cómo saldría el invento, pero había que intentarlo.

Detalle del remate del círculo bordado. El encaje tapa la costura y embellece la labor.

Para el asiento hice un acolchado ligero, sujeté las tres capas (bajera, guata y superior) con unos imperdibles antes de hilvanarla para que no se movieran las telas.

El hilvanado de las capas quizás sea la parte más lenta y pesada de todo el enguatado, pero hay que ser meticuloso para que el acolchado a máquina no quede arrugado y con pellizcos.

Comenzamos haciendo un cuadrante con el hilván, que irá desde el centro de la labor a la orilla, intercalando una hilera horizontal y otra vertical para que las arruguitas vayan saliendo al exterior.

Es importante que el final de la hebra no se remate ni anude, hay que dejarla suelta para que no tire y vaya corriendo a su ser.

Una vez terminada la preparación pasamos al acolchado, en esta ocasión ha sido a máquina por ser más resistente, va a ser una zona de mucho roce.

Siempre intento hacer las cosas lo más sencillas posibles porque aparte de ser menos laboriosas, son más duraderas y dan mucho mejor resultado. Cosí un belcro en los extremos del rectángulo enguatado para que sirviera de cierre.

Volvemos del revés la tela, se cierra el belcro y lo cosemos dándole la forma que tenga el cojín. 

Colocamos las fundas en los cojines y ¡Sorpresa!, ha quedado mejor de lo que esperaba.

A la perrilla parece que le ha gustado, le está haciendo ojitos.

 Colocado en el dormitorio, a juego con con los cojines.

Muñecos Tilda

Nunca he podido decidir qué me gusta más, si las muñequitas o los animalitos Tilda. Son todos tan tiernos... 

Lo que sí tengo claro es que cada vez que me desprendo de alguno de ellos me cuesta un sufrimiento, querencias que tiene una. A pesar de todo, lo seguiré haciendo.

Y ahora de tres en tres, es lo que tiene estar rodeada de sobrinos.

¡Oh! ¡Sorpresa! un conejito gordi.

Alguien me dijo que estos lindos gatitos parecían ratones. Claramente son gatos ¿verdad?

Este sí es un ratón. Me recuerda un poco a Topoyiyo.

Y por último una ardilla preparada para la fiesta de cumpleaños

Lavado de telas

Cuando le dije a mi amiga Mª Carmen G. que lavaba las telas antes de usarlas, se quedó sorprendida, nunca se le habría ocurrido hacerlo. Pero, ¿por qué lavarlas?

Como en todo hay gustos, hay quien no las lava para que no pierdan el apresto y hay, quien como yo, las metemos directamente en la lavadora para que encojan todo lo necesario y suelten el tinte sobrante, y si se estropean, mala suerte, se tiran y nos ahorramos el trabajo.

Para mí todo son ventajas, las telas de patchwork son de algodón 100% y encogen en su primer lavado, y no queremos llevarnos ninguna sorpresa cuando la labor esté terminada después de tantas horas de trabajo. También hay que tener en cuenta que cada tela encoge de forma distinta según el fabricante, y si la labor está hecha puede quedar tirante por según que sitios. Otra ventaja, es más fácil de coser, la aguja entra con mucha más facilidad que si está nueva de fábrica.

El único inconveniente de lavar la tela por metros, sería el  deshilachado ya que se acaba  enredando y  arrugando bastante, aunque evitarlo es sencillo, corregimos el problema si la cortamos con untas tijeras de zig-zag, este corte hace que el tejido no suelte hilos y mantenga la compostura.

Esto es aplicable a todo tipo de telas, no sólo a las de algodón.

Las tijeras podéis encontrarlas en mercerías, tiendas de patchwork e incluso en algunas papelerías, aunque son para trabajos manuales de niños y no son fuertes ni tienen buen corte, aptas para papel.

Es conveniente que la hoja dentada sea fuerte y de calidad, así te durarán toda la vida.

Esta tela ha sido lavada con un corte normal. Mucho hilo suelto.

Vemos la diferencia con el corte en zig-zag. Mucho mejor.

Guantes reciclados

Me acaban de envíar un enlace, que muestra una forma distinta y original de reciclar los guantes que quedan impares. ¡A que hago dos ardillas!.

Tilda Jinete

Hace tiempo que mi hermana Elena venía pidiéndome una muñequita vestida de jinete para competición de doma clásica,  quería hacer un regalo especial para una amiga que practicaba ese deporte. La verdad es que la hice esperar un tiempo porque tenía trabajillos por delante.  Cuando llegó su turno, investigué,  me informé de cómo era el equipo de esa modalidad  y me puse manos a la obra. Intenté que saliera lo más parecida posible y por lo visto lo conseguí. Tomé un patrón  de la muñeca  Tilda, la vestí y este fue el resultado.



Añadir leyenda

"Menina Pop"

Hace tiempo vi en Internet una página de unas chicas que se dedicaban a pintar a mano seda para patchwork, "Desedamas", allí encontré telas con motivos muy alegres y originales, uno de ellos  me sirvió de inspiración para este quilt.

No se percibe muy bien, pero la Menina está decorada con lentejuelas y abalorios brillantes,  dándole a la colcha un toque más alegre aún. 

A mi sobrina Elena le encantó, se la regalé por su cumpleaños.

Alfiletero de dedo

Este primer tutorial va a ser bien facilito y rápido de hacer; se trata de un alfiletero para el dedo muy cómodo de llevar mientras coses y sobre todo, muy útil. Es también un detalle muy gracioso para regalar a las amigas o amigos que cosan.

Iré explicando paso a paso cómo se hace.

En primer lugar, buscamos el material necesario: un botón con los agujeros lo suficientemente grandes para que quepa la goma elástica redonda que nos servirá de anillo, unos trocitos de tela, un poquito de cola blanca, una cinta decorativa, un pedacito de floca, más lo habitual:  tijeras, hilo y aguja. 

Recortamos un círculo de tela del tamaño del botón, dándole un margen extra par volverla. Echamos cola blanca  y pegamos el botón por el revés de la tela.

Volvemos el  margen extra por el revés del botón y  lo dejamos secar totalmente. A la vez se recorta otro círculo de tela para la almohadilla. En este caso, si el botón mide 3cm,  el círculo para la almohadilla será de unos 8cm.

Se hace un doblez en la tela y le pasamos un pespunte para rizarlo ligeramente y poder rellenarlo con facilidad.  Es mejor no cortar el hilo, así tensaremos la tela una vez rellena

Si no tienes floca o guata picada, puedes usar algodón higiénico. Si utilizas este último, es conveniente que no lo aprietes demasiado para que los alfileres entren sin dificultad.

Perforas la tela a través de los agujeros del botón con la ayuda de un punzón, la punta de unas tijeras, etc.,  e introduces la goma eslástica cortada a la medida del dedo y la anudas para que no escape. No tengas miedo al pinchar la tela, al quedar rígida  por la cola, no se deshilacha.

Unes las dos piezas con un  pespunte, no importa que se vea un poco porque se tapará con la cinta decorativa.

  

Colocamos la cinta rodeando el anillo, y a la vez que tapamos el pestunte, la decoramos. Le podemos echar un poquito de cola para fijarla mejor. ¡Y LISTO!.

Pajaritos Tilda

Los pajarillos Tilda siempre me han gustado, los tengo repartidos por toda la casa, los perfumo y los cuelgo en los armarios o en los pomos de las puertas dejando muy buen olor y creando un buen ambiente. También se pueden usar como adorno del árbol de Navidad, en centros de mesa o como elemento decorativo. En esta ocasión los he medito en una jaula y quedan preciosos.

Tapete navideño

Como podéis ver, el panel central es un pequeño tapiz Tilda, al que le he unido diferentes piezas con adornos y apliques hasta adaptarlo a la mesa, convirtiéndolo así en un tapete decorativo muy vistoso que alegra el ambiente durante la Navidad.

Servilleteros navideños

Estos servilleteros navideños son muy rápidos y fáciles de hacer. Con unos trocitos de fieltrina recortados en forma de hoja de muérdago, un cascabel o unas perlas de algún collar roto y unos lazos decorativos, tienes unos adornos multifunción que te harán quedar muy bien en una cena improvisada. Te pueden servir tanto de servilletero, como de adorno para una vela, una copa, o incluso como lazo de unión para los cubiertos, depende de tu imaginación.

Y cómo no, un collar navideño de perro para estar a juego. Qué bueno Kirikillo, lo que aguantó.

La perrilla venía con las luces de Navidad en los ojos, incorporadas de fábrica.